El Jefe del Equipo Regional del Fondo Mundial para América Latina y el Caribe realizó una evaluación del encuentro llevado a cabo en Asunción e hizo un balance sobre el panorama para la región de cara al próximo año.
¿Cuál es tu evaluación de este encuentro y cuáles crees que van a ser sus resultados a corto plazo?
Creo que nos deja un resultado muy positivo, porque es la primera vez que hacemos un encuentro en el que se traten temas transversales específicos de los Mecanismos de Coordinación País (MCPs). Se discutieron temas de enorme trascendencia, como la cuestión de financiamiento de los MCPs, la definición muy concreta del rol de supervisión de los MCPs, del posicionamiento del sector privado, qué posibilidades hay de incrementar su participación. Todos estos son temas tácticos. Y lo importante no solamente es la táctica, que es algo circunstancial y una acción muy concreta, también la estrategia. No tenemos que confundir táctica con estrategia y es un error en el cual todos tenemos la tentación de caer: los MCPs, el secretariado del Fondo Mundial, la junta directiva, las agencias.
¿Y cuáles serían los temas estratégicos a tener en cuenta?
En términos estratégicos creo que quedaron dos cosas muy claras: la primera es que no se pude construir un mecanismo de coordinación, ya sea a nivel país o regional, que no esté basado en el consenso. Repetimos incansablemente que hay que salir de la dinámica del conflicto para pasar a una dinámica de consenso. Consenso inteligente, respetuoso, sin imponer puntos de vista. Consenso de negociación, pero no una negociación en la que un sector gane todo, porque sino tampoco es una negociación. El segundo punto estratégico es el posicionamiento de América Latina frente a una realidad mundial que es innegable.
Respecto a esto, ¿cómo evaluarías el panorama de la región a corto plazo?
Creo que el año que viene va a ser un año clave. No sé si hay tiempo para tener una estrategia de posicionamiento muy robusta en este momento, pero sí se puede ser protagonista en la discusión, Latinoamérica tiene mérito para ser protagonista. Pero para ser protagonista tiene que haber una agenda política, que implica varios elementos que son claves. Tenemos que ser innovadores en lo que proponemos a la comunidad internacional. Una región con la concentración de epidemia como la nuestra, con el nivel de ingresos per cápita que tienen los países - a pesar de las desigualdades sociales- tiene que ser innovador.
¿Y de qué forma podría ser innovador?
Innovador en el sentido de que tiene que dejar de gastar el dinero y realmente invertirlo. Hay que hacer cambios conceptuales bastante fuertes en la manera en que concebimos los proyectos, pasar de la lógica del proyecto a la lógica del programa. No se puede estructurar la respuesta en base a una multiplicad de proyectos fragmentados, en los que cada uno va por su lado. Otro elemento que me parece clave, desde el punto de vista de la agenda política, es seguir utilizando la capacidad de asistencia técnica local de la manera que se hizo en la Ronda 9. Creo que está probado que Latinoamérica puede producir propuestas de claridad.
¿Cuáles son las recomendaciones puntuales frente a este panorama?
Principalmente abandonar la concepción fragmentada de negociación permanente en los MCPs, para que sea un lugar de debate, constructivo; y no un ámbito en donde se dirimen algunas políticas. La politización por la politización misma no es muy positiva en este caso. Todos los sectores tienen que rever su manera de interactuar y tratar de imaginar un escenario en el que el programa nacional sea un proyecto de Estado, no de Gobierno o de un solo sector; que sea un proyecto único que contemple las diferentes variables de los distintos grupos humanos.
Alejandra Ruffo / Mirta Ruiz
Equipo de Corresponsales Clave – Asunción 11/12/09
¿Cuál es tu evaluación de este encuentro y cuáles crees que van a ser sus resultados a corto plazo?
Creo que nos deja un resultado muy positivo, porque es la primera vez que hacemos un encuentro en el que se traten temas transversales específicos de los Mecanismos de Coordinación País (MCPs). Se discutieron temas de enorme trascendencia, como la cuestión de financiamiento de los MCPs, la definición muy concreta del rol de supervisión de los MCPs, del posicionamiento del sector privado, qué posibilidades hay de incrementar su participación. Todos estos son temas tácticos. Y lo importante no solamente es la táctica, que es algo circunstancial y una acción muy concreta, también la estrategia. No tenemos que confundir táctica con estrategia y es un error en el cual todos tenemos la tentación de caer: los MCPs, el secretariado del Fondo Mundial, la junta directiva, las agencias.
¿Y cuáles serían los temas estratégicos a tener en cuenta?
En términos estratégicos creo que quedaron dos cosas muy claras: la primera es que no se pude construir un mecanismo de coordinación, ya sea a nivel país o regional, que no esté basado en el consenso. Repetimos incansablemente que hay que salir de la dinámica del conflicto para pasar a una dinámica de consenso. Consenso inteligente, respetuoso, sin imponer puntos de vista. Consenso de negociación, pero no una negociación en la que un sector gane todo, porque sino tampoco es una negociación. El segundo punto estratégico es el posicionamiento de América Latina frente a una realidad mundial que es innegable.
Respecto a esto, ¿cómo evaluarías el panorama de la región a corto plazo?
Creo que el año que viene va a ser un año clave. No sé si hay tiempo para tener una estrategia de posicionamiento muy robusta en este momento, pero sí se puede ser protagonista en la discusión, Latinoamérica tiene mérito para ser protagonista. Pero para ser protagonista tiene que haber una agenda política, que implica varios elementos que son claves. Tenemos que ser innovadores en lo que proponemos a la comunidad internacional. Una región con la concentración de epidemia como la nuestra, con el nivel de ingresos per cápita que tienen los países - a pesar de las desigualdades sociales- tiene que ser innovador.
¿Y de qué forma podría ser innovador?
Innovador en el sentido de que tiene que dejar de gastar el dinero y realmente invertirlo. Hay que hacer cambios conceptuales bastante fuertes en la manera en que concebimos los proyectos, pasar de la lógica del proyecto a la lógica del programa. No se puede estructurar la respuesta en base a una multiplicad de proyectos fragmentados, en los que cada uno va por su lado. Otro elemento que me parece clave, desde el punto de vista de la agenda política, es seguir utilizando la capacidad de asistencia técnica local de la manera que se hizo en la Ronda 9. Creo que está probado que Latinoamérica puede producir propuestas de claridad.
¿Cuáles son las recomendaciones puntuales frente a este panorama?
Principalmente abandonar la concepción fragmentada de negociación permanente en los MCPs, para que sea un lugar de debate, constructivo; y no un ámbito en donde se dirimen algunas políticas. La politización por la politización misma no es muy positiva en este caso. Todos los sectores tienen que rever su manera de interactuar y tratar de imaginar un escenario en el que el programa nacional sea un proyecto de Estado, no de Gobierno o de un solo sector; que sea un proyecto único que contemple las diferentes variables de los distintos grupos humanos.
Alejandra Ruffo / Mirta Ruiz
Equipo de Corresponsales Clave – Asunción 11/12/09
0 comentarios:
Publicar un comentario